Carta a Mega-Ciudad

Recuerdo los pájaros. Solíamos ver muchos de muchos colores en el libro de fotografías que nuestro tío Jigo nos mostraba. A menudo los imagino volando sobre el cielo amarillento, revolotear por entre las nubes de polvo y cenizas que cubren el Sol y la Luna permanentemente. Ahora son sólo un recuerdo, como las fotografías. La última guerra, la “Guerra Final”, ha establecido un nuevo horizonte de cambio sin tener concesiones con los perdedores, es decir, con toda nuestra especie. Sin embargo, este clima de desolación artificial no ha exterminado en su magnitud y catástrofe toda semilla de esperanza.

Nosotros, "los niños de la basura" (GK), somos la prueba de que la vida aún es posible más allá de los muros de Mega-Ciudad. Somos la prueba de que no todo está perdido para este planeta abandonado. De las mentiras que cuentan por doquier sobre el destino de quienes dejan Mega-Ciudad para vivir como antaño hicieran los hombres libres, que caminaban por cualquier parte del mundo. Sin temor al G.E.S, a los furtivos, o a una tormenta negra, porque la vida siempre será posible mientras haya esperanza.

Lejos de cambiar el entorno para hacerlo adaptar a nosotros, nosotros nos hemos adaptado a él y hemos logrado sobrevivir, como prodigios entre las especies, tal como mi padre había predicho. Así, como "niños de la basura" ,o como los testigos de la decadencia, es que aún existimos. No de nuestra propia decadencia, si no de la vuestra, ciudadanos. Vivís entre mentiras que os roban hasta el más insulso de vuestro sueños. Cautivos del más monstruoso, artificial e inerte de vuestros benefactores, la cruel ciudadela, que piensa, siente y hasta respira por vosotros, cambiando vuestra naturaleza, incluso hasta el color de vuestra piel.

Solo espero regresar algún día al lugar en que nací y no para quedarme, si no para llevar hasta vosotros estas palabras, más cargadas de realidad que de esperanza, y haceros así a todos despertar para que podáis ser libres. Libres de salir y caminar conmigo afuera, hacía el desierto donde comenzará un nuevo futuro lejos de vuestros captores.