Carta a Mega-Ciudad

Recuerdo los pájaros. Solíamos ver muchos de muchos colores en el libro de fotografías que nuestro tío Jigo nos mostraba. A menudo los imagino volando sobre el cielo amarillento, revolotear por entre las nubes de polvo y cenizas que cubren el Sol y la Luna permanentemente. Ahora son sólo un recuerdo, como las fotografías. La última guerra, la “Guerra Final”, ha establecido un nuevo horizonte de cambio sin tener concesiones con los perdedores, es decir, con toda nuestra especie. Sin embargo, este clima de desolación artificial no ha exterminado en su magnitud y catástrofe toda semilla de esperanza.

Nosotros, "los niños de la basura" (GK), somos la prueba de que la vida aún es posible más allá de los muros de Mega-Ciudad. Somos la prueba de que no todo está perdido para este planeta abandonado. De las mentiras que cuentan por doquier sobre el destino de quienes dejan Mega-Ciudad para vivir como antaño hicieran los hombres libres, que caminaban por cualquier parte del mundo. Sin temor al G.E.S, a los furtivos, o a una tormenta negra, porque la vida siempre será posible mientras haya esperanza.

Lejos de cambiar el entorno para hacerlo adaptar a nosotros, nosotros nos hemos adaptado a él y hemos logrado sobrevivir, como prodigios entre las especies, tal como mi padre había predicho. Así, como "niños de la basura" ,o como los testigos de la decadencia, es que aún existimos. No de nuestra propia decadencia, si no de la vuestra, ciudadanos. Vivís entre mentiras que os roban hasta el más insulso de vuestro sueños. Cautivos del más monstruoso, artificial e inerte de vuestros benefactores, la cruel ciudadela, que piensa, siente y hasta respira por vosotros, cambiando vuestra naturaleza, incluso hasta el color de vuestra piel.

Solo espero regresar algún día al lugar en que nací y no para quedarme, si no para llevar hasta vosotros estas palabras, más cargadas de realidad que de esperanza, y haceros así a todos despertar para que podáis ser libres. Libres de salir y caminar conmigo afuera, hacía el desierto donde comenzará un nuevo futuro lejos de vuestros captores.

Fin es consecuencia.

Son los ecos distorsionados del cantar de cientos de pájaros.
Son las nubes de humo y polvo que tiñen el cielo de gris.
Es el recuerdo de una vieja fotografía de la que no queda ya ni el papel en que fue revelada. Es la sustancia de la felicidad, que yace desparramada sobre los escombros de un colosal vertedero. Es lo que queda de nuestro amor, aplastado por el estrés de la supervivencia. Es la consecuencia de nuestros actos, el fruto de nuestro odio, y como la reconciliación resulta ya imposible. Son los destellos del metal de nuestras armas raídas por el oxido que los vencedores olvidaron limpiar. Es la respuesta a nuestros problemas en la lengua que nadie habla. El desuso y la desidia, la excreción del consumo, el adiós. Tu fin es el mío, la tierra el nuestro, la energía el de todos.

Fragmento de guión para comic

Prólogo:

*Se acerca al porche de su casa al atardecer, mira en derredor y finalmente golpea la puerta

CABALISTA ¿Roger Chearino?

ROGER Si ¿Quien es?

COh, verá. He venido desde Wisconsin para hablarle de algo importante.

R¿Qué parte de Wisconsin?

CDe Black River Fall

*Abre la puerta para observar, con cautela.

R¿Quién es usted?

C Me llamo Cabal, Cabal Lübeck.

*Cabal estira el brazo y tiende su mano, sonriente. Roger accede a darle la mano, abriendo más la puerta, observando sus carpetas negras.

RSoy Roger, encantado. ¿De qué se trata?

CSé que es usted un hombre interesado en la religión…bueno, en todas ellas. He traído unos documentos que tal vez le sorprendan.

*Cabal abre la carpeta y busca en ella. La carpeta tiene símbolos extraños y desconcertantes para Roger.

R¿Como sabía que estaba interesado en estos temas?

C¿Bromea? Es usted un hombre famoso, mucha gente le conoce. Tiene un…apellido importante.

RBueno, habría que remontarse muchos años atrás para encontrar a alguien importante con ese apellido. Qué extraño, todo esto me suena.

CLos documentos que le traigo deben andar por aquí…

R¿Cuál es su religión?

C¿La mía? Mi religión también es muy antigua. ¿Le dice algo la Orden Hipogea?

RMmm…No.

CYa le digo que es muy antiguo… ¡Oh! Aquí están.

*Cabal tiende unas fotocopias a Roger que este mira con atención.

R¿Qué son estos dibujos?

C¿No reconoce los grabados? Es la antigua hermandad de Flávgel, a la que perteneció un Chearino.

RTodo esto es muy interesante. ¿Sabe? Yo en realidad no sabría distinguir a un Chearino entre los dibujos, pero por favor, cuénteme todo lo que sepa, me apasiona saber cosas sobre mis antepasados. ¿Quiere pasar?

CSi no es molestia…

*Cabal pasa y le sigue hasta el estudio de Roger, decorosamente ambientado, donde hay una biblioteca y unos asientos cómodos, en los que Roger le invita a sentarse.

*Roger, que mira fascinado las fotocopias, conversa con Cabal, que se relame los dientes con los ojos medio cerrados y mirando a Roger.

RReconozco algunos de estos símbolos. Si, son de la hermandad Flávgel. ¿Sabe quien posee los orginales? ¿Habría alguna forma de conseguirlos?

C¡Oh! ¡Si!, los tengo yo.

R¿Usted? ¿Es coleccionista?

CNo, pero los guardo desde hace mucho tiempo.

RUn momento…¿Por cuánto piensa vendérmelos?

CLo siento señor, no están a la venta. Para nosotros es muy importante la memoria, y esas obras lo son.

RNo me queda claro. ¿Me esta diciendo que ha venido a enseñarme unas fotocopias?

CAun no ha visto todas las fotografías Sr.Roger.

*Roger mira las fotocopias, pasándolas deprisa y buscando en ellas. Da con una que tiene el retrato de Cabal en una extraña ceremonia. El siniestro dibujo trae a la mente de Roger unas recientes pesadillas que llegaron a obsesionarlo.

CSientese Sr.Roger, está muy nervioso.

RLo siento. No se que me pasa…

*Roger parece desafallecer en extraña y repentina fiebre.

Despierta de noche, solo y maniatado, Cabal entra en el estudio ensombrecido.

RUn momento, ¿Qué significa esto?

CYa que habla de significados ¿Qué cree que significan las pesadillas?

R¿Cómo sabe usted eso?

CPorque llevo más de cuatrocientos años buscándole. Todo el que mata a un acólito de nuestra orden lleva en su sangre la culpa, por los siglos de los siglos…

R¡Yo no he matado a nadie!

CHe dicho…¡En su sangre!

*Cabalista muestra una daga de hoja curva tras el abrigo de cuero negro, de corte ritual.

RUn momento, por favor esto no tiene sentido.

CNo lo tiene para usted, para mí Sr.Chearino supone la libertad…Antes de que empiece a rogar por su vida déjeme decirle algo: La hermandad de Flávgel, que estaba “en comunión con Dios”, asesinó a mi familia, a todos mis hermanos…menos a mí.

RPero, yo no he hecho nada.

CUsted Sr.Roger, es tan culpable como los asesinos que invadieron nuestro monasterio. Lleva la misma sangre y esta le ha traicionado.

*Cabal abre sus carpetas y extrae tizas de color rojo, anagramas y símbolos en papel.

REso no tiene ningún sentido, está completamente loco. No debí dejarle entrar en mi casa.

*Cabal deja de dibujar en el suelo y se pone en pie.

C¿Recuerda las pesadillas? *(le mira) ¿Lo ha sentido? Cabalgando para matar, con un regimiento de hombres a su servicio. Hombres mujeres y niños, el acero en sus vientres, en plena noche…

*Sigue dibujando en el suelo. Roger está confuso.

R¡Si! ¡Lo he visto! ¡Pero, no soy el!

CLo sé, pero yo cabalgaba con usted y le he visto sonreír. Mis pesadillas Sr.Roger, son para usted gloriosos sueños.

*Cabal termina el dibujo arrojando la tiza bajo Roger. En un movimiento casi imperceptiblemente rápido, Cabal lanza un corte a su brazo usando la otra mano, dejando de caer de inmediato espesa sangre negra al suelo. Súbitamente, un temblor hace parpadear las luces y una ráfaga de viento gira en torno a Cabal, su rostro resulta más aterrador, su iris y su pupilas son ahora del mismo color que el globo.

CEste es el poder de la memoria, el peso de la consciencia. Después de usted, solo quedará uno…

La muerte es solo una puerta, y yo solo le conduzco al otro lado…

*Alza su daga sobre el y recita algo en extraña lengua…sonríe

¿Y si...?

−No pasa absolutamente nada −le dice convencido a su amigo − Si resulta que tu colega dice la verdad, lo asumiré cada vez que le encuentre, y nunca más volveré a dudar de el.

Pero pongamos el supuesto de que miente.

−Machina, eso no va a pasar −le replica el compañero.

−Pero, ¿y si pasa?

−En ese caso le hundiría los dientes −afirma la razón en caso supuesto.

−En ese caso, ya no depende de mí.

La hora cúspide

En la hora cúspide, una vivienda de las tres mil fue alcanzada por el explosivo de un bazooka.

“La mano morá”, Policías en cubierto que obraban con cierta autorización y armamento. Estos no pretendían, en manera alguna, defender la ley, más que la de los propios narcotraficantes que allí vivían. Extorsionarlos con armamento pesado de manera extra-oficial, quebrando las leyes al tiempo que las disponían.

En un piso arrendado, completamente desamueblado, tres patriarcas gitanos conversan:

−Se nos acabó el chollo.

−Yo y mis hermanos no vamos a ceder.

−¿Y qué si no?

−Sangre. Nosotros nos vamos a quedar a defender lo nuestro.

−Yo me voy también − argumenta un tercero.

−Pues yo me quedo con los míos y que me echen.

Tres meses después, dispositivos de “la mano morá” vigilan, persiguen y ejecutan a los principales integrantes del clan aun reacio. Finalmente, cuatro meses después, José Piné es asesinado y el clan disuelto.

La policía disfrazada de ladrón se hace con el control del mercado de drogas en las zonas más desfavorecidas de Sevilla. De manera ilícita, el dinero suministrado por “la mano morá” recae directamente en el Estado, manejando el negocio ilegal al tiempo que lo regula.

EL Fín 42

Jose Gomez
Gema, qué tal con Harry Potter???
Hace 31 minutos

Hola

Alguien me pregunta del otro lado del teléfono “¿Ellos han hecho algo por ti?” Me suena esta pregunta, conozco la respuesta:

No, yo lo he hecho por ellos.

No sirve de nada, ni siquiera lo sabrán.

Es mejor así. Todo acto tiene una consecuencia.

¿Acaso eres tú el jodido Jesucristo? ¡Vete al carajo!, haz las cosas por ti, no por desconocidos.

Ya las hago, todo el tiempo además. No necesito nada más.

Pero, ¿de que sirve todo eso? ¿Qué ganas tú?

Nada.

¿Lo vés?

Claro que lo veo. Eres tú la que no puedes verlo.

¿Qué no puedo ver?

Lo que no sientes.


No podía vislumbrar el motivo, aunque resultase ya claro el propósito y los visibles resultados. El tiempo devora a cada uno sin que se resistan. Aun con todo a su favor la responsabilidad resultaba inevitable. Era imposible contemplarlo todo de una manera tan global y pragmática; Pasado presente y futuro en una simple cara, un bloque. Solo lamenta no ser el autor del mal juicio ajeno, y su amargura era la imposibilidad de elegir bien por ellos.

Visto así, en una vida sin misterios ni secretos, todos sus actos parecían inexplicables o desconcertantes. En su inapreciable pugna, perdía siempre todas las manos que se jugaran, por mejores cartas que le dispusieran. Su cruz, la interminable estupidez humana, sobre la que cualquier influencia no podía ser ni tan solo atendida. Cada uno traza su camino, y por erróneo que este sea, cada uno elige su final.
El engaño nace en cada uno y en cada uno muere, aunque traten otros de impedirlo, aunque se pierda en ello la razón, el orgullo, la verdad…

Considerados culpables de la mala elección, apoyados en su adormecido subconsciente. Empujados al juego sin reglas, donde solo importa la improvisación y careciendo todo el tiempo de ella.

Cuando el tiempo había reposado tras combustionar, aun quedaba el vacío que dejan sus actos, estando la sombra y faltando su porque. Interrogante que desprende la memoria al comprender que algo ha sucedido pero no saben que fue.

Ciegos, sordos y mudos.

“Alguien debería tener cuidado amigos, la ciudad se carcome…”

El punk hablaba al televisor para después reír nerviosamente. La estética demoledora pretendía impactar en la retina con un desequilibrado sentido de la realidad.

Los jóvenes miraban impávidos las pantallas con la cara de aquel adolescente enfermo. Burlándose de todo cuanto es valioso para los seres humanos, afirmando el regocijo en lo absurdo; la anarquía absoluta, con aquello que conlleva, el caos.

Las calles ardían cubiertas de basura y deshechos vertidos por sus ciudadanos, frenéticos agitadores que habían vencido la resistencia prevista para aquella ciudad compacta.

Bajo la falsa libertad de la rebeldía absoluta y el libertinaje, distribuían las distintas clases de manera arbitraria e incoherente. Lo mismo idolatraban a un vagabundo en pésimo estado de salud, que al miembro o líder de alguna sub-banda por haber dicho algo “reverenciador” o “aparentemente posible”. De alguna manera habían sobrevivido sin normas, sin autoridad, sin ley. Fiel reflejo en las calles el precio que pagaron por ello.

− ¡Esperad y contemplad! − Gritaba un común ya más envejecido.

Ataviado de manera extraña, pretendía sorprender con sus palabras a los jóvenes más despistados, o alterados por alguna droga.

Seis niños se acercaron, dos de ellos ya casi adultos.

−¿Qué creéis que va a pasar? − La voz del anciano iba dirigida a sus jóvenes oyentes.

Uno de los chicos, el más adulto, se apresuró a importunarle, poniéndolo a prueba:

−¿Por qué dices toda esa mierda, viejo?

El anciano, de manera mística y armoniosa, desabrocho los botones de una chaqueta de cuero sin mangas que vestía. Bajo la atenta mirada del grupo reveló lo que parecía un tatuaje en su pecho; un sol arriba, con los rayos cayendo hacia el abdomen y sobre ellos, como recibiendo/impidiendo que los rayos caigan, una luna tumbada hacia los rayos, de color negro.

Abrió la vestimenta al tiempo que la mostraba. La pobre pero simbólica composición del dibujo llamó la atención de los chicos.

−El sol − Se acercó a ello y dijo con voz suave, como susurrando −Nos vigila a todos.

Recuperando la voz, aprovechando la distracción causada, con tono gentil dijo:

−Vosotros lo sabéis. Hemos matado al juez, al testigo y al cómplice. La ciudad no tiene dueño, pero…¿Qué haríamos nosotros si el sol no saliera mañana?

−¡¿Qué pasaría?! − Pregunto un chico asustadizo.

−Hemos llegado a lo profundo − Señalo el viejo a lo que parecía su casa; basura amontonada y acompañada de un acondicionamiento donde dormir − Tengo las fotografías, no hace tanto tiempo de todo aquello.

Rebuscó en su basura para encontrar un pliegue de cuero cerrado con hilos de algún materia sintético. Mostró la bolsa a sus nóveles espectadores y rápidamente se presupuso la reacción del muchacho mayor.

−¡Dinos que hay ahí! − Denotando en su voz cierta retracción, cierto repelo.

−Fotografias, solo fotografías. ¿Queréis ver como todo era antes? − Tratando de mostrarlas con determinación, como todo lo que parecía querer enseñar.

Una de las niñas, sucia y desaliñada, da unos pasos hacia atrás asustada.

−¡No!...¡Dile que no! − atemorizada, suplicaba al más alto de los chicos.

Aquel señor envejecido, curtido por la misma vida en la peor de sus posibilidades, con pulso firme, extendía su brazo con una vieja fotografía en color, llena de lo que parecía a cierta distancia luces y estrellas.

Antes de que su brazo estuviese recto, el chico más adulto, el ahora más asustado, se abalanzó sobre el viejo arroyándolo en continua sucesión de golpes, incompresiblemente ciegos de rabia. En lo que concluyó la vida del hombre brutalmente ajusticiado por un menor de edad. Algo corriente, como el homicidio para este sistema.

El muerto quedó tendido en el pavimento y el agresor se fue con el resto, sin el menor peso en su conciencia. Pero uno de los seis quedó. Quería ver la fotografía, asi que la muestro:


AMIGOS y mujeres

Suprimo la entrada, La escribi borracho tratando de sincerarme pero resulta del todo o casi incoherente. La volveré a publicar cuando la haya corregido

HANK Intrépido Intrépido

Capítulo 1: COMúNMENTE PóSTUMO

Y dinos, Hank ¿Tiene arreglo la nave?

Puffff. Esto de aquí mal…aquello mal…esto ¡Uf! Mal − En un tono más discreto − Se ha jodio.

Bien Hank ¿¡Y que carajo hacemos ahora!?

Hank dejó el cilíndrico entramado de cables para girarse a mirar a los supervivientes. Dos hombres componían la tripulación de la nave; el “cargador”, un hombre de avanzada edad, y el copiloto, Strucks, que era quien había formulado la pregunta.

Bien − Se puso de pie y trató de hundir con el pie los cables en el fuselaje − ¿Hemos sobrevivido todos?

Los dos supervivientes se miraron y miraron a Hank.

Bien. Hemos aterrizado en un planeta desconocido − Hizo una pausa para contemplar al derredor − No sabemos lo que puede haber aquí porque es desconocido. Lo primero será organizarnos… − Hank parecía haber nacido para estas situaciones.

Bien, ¿Strucks? − Llamó Hank a su copiloto.

−¿Si?

− Tú serás el líder.

Strucks le miró atónito. Necesitó unos segundos para asimilarlo.

Pero Hank − Replicó Strucks − Tú eres el protagonista. La serie lleva tu nombre, yo solo soy un contratado, además…

Bien Strucks − Interrumpió Hank −El cargador será el líder.

Acepto − Dijo rápidamente el cargador, dejando caer al suelo una pesada caja con los víveres.

Hank se puso a su lado para recoger la pesada caja de nuevo. Luego le miró para preguntarle:

Bien cargador ¿Y ahora que hacemos?

Bien Hank − dijo el achacoso anciano, tratando de enderezar su espalda − Por lo pronto, ya no seré más cargador. No, a la mierda con eso. Ahora seré Líder − Hank y Strucks le miraban impacientes − Ah si. ¿Que hacemos? Pues, si no os gusta este sitio… porque es desconocido o lo que sea, pues, vámonos.

Carga…digo Líder, la nave está rota − Señaló Strucks con el dedo índice la nave.

La nave… − masculló el anciano − Es verdad, la rompió Hank.

−¡¿Hank?! Preguntó Strucks en tono muy elevado.

Está mejor así − Dijo Hank mirándola con ambas manos sobre cinturón, como supervisándola. La caja con los víveres ya no estaba − Bien, vayamos a otro sitio.

En el misterioso planeta desconocido, Hank y los dos valientes tripulantes que le acompañaban, caminaron durante cuatro horas atravesando una frondosa selva. Un sol muy distante estaba ahora colocado sobre sus cabezas, arrojándoles un calor sofocante. Líder caminaba en último lugar completamente exhausto, cada vez más distante de Hank y Strucks que habían comenzado a adentrarse en un pantano.

Este pantano es muy peligroso − Dijo Hank mientras avanzaba temerariamente, sumergiéndose en el lodo − ¡Cuidado Strucks! Podríamos quedar atrapados aquí.

Cuando prácticamente estaban cubiertos de lodo hasta el cuello, de manera milagrosa, consiguieron atravesarlo llegando al otro lado.

Hemos perdido a Líder − Dijo Strucks jadeante, embadurnado hasta la barbilla.

Hank se detuvo para girarse a mirar el pantano con aire solemne y dijo:

Ya te dije que este pantano era peligroso Strucks. Era un buen Líder − Se puso de nuevo en marcha − ¡Debemos continuar! O nosotros tampoco saldremos nunca de este planeta.

−¡No! − Una voz malévola surgió del pantano.

Al girarse vieron el holograma de una cabeza proyectada sobre la superficie del pantano. La voz provenía de la gigantesca cabeza del mortal enemigo.

−¡Yo he raptado a Líder! − Rugió la voz de la cabeza para luego carcajear vilmente.

−¡Maldición! − Dijo Hank − ¡Es el profesor Mac Boli!

Malevolic −Corrigió Strucks.

Eres un estúpido Hank − La cabeza holográfica hablaba amenazante − Aunque hayas descubierto mi escondite, este es mi planeta y nunca saldréis de el con vida − Continuó carcajeando.

Eres un peligro intergaláctico total profesor Malevolic. No puedo dejar que aparezcas así por toda la galaxia. − Hank dio unos pasos hacía la cabeza desafiante.

Eres un necio Hank. Piensa y dime ¿Queréis recuperar a Líder? − Preguntó el malvado profesor.

Hank miró a Strucks, que terminaba de volcar el barro de sus botas. Este miró al profesor y luego a Hank, negándole con la cabeza.

−¡No! − Respondió Hank al profesor − Tu truco ha fallado esta vez profesor. No queremos recuperar a Líder.

No nos interesa − Replicó Strucks terminando de limpiar su traje.

¿No? − El profesor les miró con cierta incredulidad − Entonces…¡lo mataré! Si, eso haré − Concluyó el profesor entre carcajadas.

¡No nos interesan tus malvados planes profesor! − Gritó Hank − Iremos a por ti y te atraparemos.

Eres un inepto Hank. El planeta entero esta repleto de trampas mortales, hasta yo he de tener cuidado de no caer en una − carcajeó rápidamente − Vosotros solo sois dos y yo tengo un ejercito de secuaces, armados peligrosamente a mi servicio ja ja ja ja

Hank miró a su copiloto y este le asintió con la lentamente con la cabeza.

−¡Si! − Respondió − Pero yo soy Hank, y este es mi copiloto Strcuks. Y además ¡yo soy el protagonista! ¡y si quiero encontrarte lo haré!

−¡Bien dicho! − Le animó Strucks

Bien Strucks, vamos a otro sitio.

Continuará….

HANK Intrépido Intrépido

Capítulo 2: AGORAFOBIA INTENCIONAL

−¡¿Strucks?! − Preguntó Hank observando como alguien venia en el horizonte.

Llegaba caminando desastrosamente desde la lejanía, entre jadeos y resoplidos. Se detuvo frente a Hank.

Bien Strucks ¿Encontraste la morada secreta del profesor Malevolic?

Strucks no contestaba, no había recuperado el aliento necesario.

Bien − Hank hizo una pausa prolongada, con la vista clavada en un árbol cercano

−…Si − Contestó finalmente Strucks como pudo.

Bien Strucks ¿Está muy lejos su guarida?

−A un día, quitando el medio día necesario para llegar de la nave al pantano − Contesto Strucks inclinado sobre sus rodillas, aun cansado.

Esta amaneciendo…− Meditó Hank −Pues, a medio día ¿No? ¿Día de doce o de veinticuatro?

Medio día de doce, llegué de noche a su escondrijo.

Bien Strucks. No perdamos más tiempo, llévame hasta allí ahora.

Hank…− Strucks no dejaba de mirarle suplicando comprensión− acabo de volver

Bien Strucks. Creo que todo esto resultaría más sencillo si fueras un personaje femenino y estuvieras enamorado de mí.

−¿Qué demonios insinúas Hank? −Preguntó Strucks enrarecido − Esta bien, te llevaré hasta el profesor

La inseparable pareja de intrépidos aventureros capitaneada por Hank continuó su viaje por el planeta desconocido, rumbo al escondite del malvado profesor Malevolic. No tardaron mucho en abandonar la selva en que se encontraban, llegando a una árida llanura que lindaba a lo lejos con unas sombrías montañas. Mientras el sol a medio asomar se hundía en el horizonte, tras las montañas…

Tenemos que estar alerta Strucks− Dijo Hank mientras se acercaba peligrosamente a una colosal grieta ramificada que cruzaba la superficie de la llanura − Podríamos caer por una de estas grietas.

Cuando Hank estuvo a punto de caer en una de ellas, tras desprenderse un fragmento de suelo bajo sus pies, de manera milagrosa, la mano de Strucks apareció de repente para agarrarle y ponerle de nuevo a salvo.

−¡Uff! Eso ha estado cerca − Dijo Hank secándose el sudor con un pañuelo naranja.

Hábilmente fueron saltando y esquivando las grietas para llegar al pie de las montañas. Había empezado a llover y el sol se había escondido casi por completo. Cuando levantaron su vista hacía las montañas, estas, desde la distancia, enviaron una advertencia: las carcajadas del profesor Malevolic que resonaban con un eco siniestro.

−¿Seguro que es por aquí? −Pregunto Hank a su copiloto −Strucks ¿Falta mucho?

No… − Respondió Strucks titubeante − Más adelante están las rocas del discursito. Llegaremos a su morada en un par de horas.

Bien Strucks, bien.

Tras recorrer un angosto desfiladero. Hank y su compañero llegaron a una explanada sobre la montaña desde la que comenzaba un estrecho camino hacia la cima. A la derecha del camino había unas cuantas rocas amontonadas.

Esas son − Las señaló Strucks para indicarle a Hank.

Hank se subió a las rocas. Mientras trataba torpemente de mantener el equilibrio, alzo su brazo derecho y con el puño en alto gritó:

−¡Ya estamos aquí profesor! ¡Hemos encontrado el camino oculto que nos conducirá a tu guarida secreta! ¡No importa lo malvado que seas, no podrás con nosotros!

−¡Vale Hank! − Interrumpió Strucks − Ya vale.

Quiero que se entere − Explicó Hank con porte enojado.

Es inútil Hank, está muy lejos todavía. Al final del camino, en lo más alto.

Bien Strucks − Hank bajó de las rocas y busco en su bolsa de cuero mega moderna − Entonces lo llamaremos al celular −

Sacó el teléfono y marcó su número…

“Ja Ja Ja Ja Este es el terrorífico contestador del profesor Malevolic, deja tu mensaje Hank Ja Ja Ja Ja…”

Bien profesor. Hemos encontrado el camino oculto, reza lo que sepas... − En ese momento sonó como si alguien descolgase el teléfono del otro lado de la línea.

−¿Hank?

−¿Profesor?

Hank muchacho. ¿Cómo va eso hombre? − La voz del profesor resultaba afectiva.

Bien…bien. Aquí con Strucks, que ya casi hemos llegado a su guarida.

−¿Pero vais a tardar mucho más o qué? − Preguntó Malevolic a Hank.

−No, subir el camino oculto y ya llegamos.

−¿Ahora vais a subir el camino? − Preguntó el profesor sorprendido.

Si…si

Mira Hank, de verdad. Ahora ya…es muy tarde. Yo tengo puesto ya el pijama y…

No se equivoque profesor. No podrá engañarme tan fácilmente − Le cortó sin vacilar.

De verdad Hank. Yo estoy aquí con mi familia ¡y yo no se que queréis! Tenéis que comprender que estas no son horas de enfrentarse con nadie. Es más, yo ya me estaba metiendo en la cama y mi gato está ya ronroneando. Escucha, escucha… − Se pudo oír un clic de ratón seguido del ronroneo de un gato − Lo siento mucho de verdad, pero…hoy ya no se puede.

Mira profesor. Yo soy el protagonista − Repuso Hank

Y yo el malo, Hank. Es que esto es así. Yo no tengo ningún reparo en dejaros en el porche lloviendo. Eso lo sabes tu y lo sé yo, tu mismo…yo no te puedo decir nada más − El profesor fingió un bostezo − Tu mismo ¿vale?…

−¿Qué te ha dicho el profesor? − Preguntó Strucks interesado después que Hank hubiera guardado su teléfono.

El profesor ha dicho que su gato está ronroneando. Bien Strucks, tendremos que esperar hasta mañana.

Pero…−Quiso recurrir Strucks.

Bien Strucks, busquemos otro lugar donde dormir, pero uno con techo.

Continuará…

Fragmento del capitulo 2 "Responsables" (Relato: El Jinete de las Estrellas)

-Que extraño, es como un sonido lejano, como de otro lugar.

No sabia lo que estaba insinuando pero aquello me dio una idea. Revise el franqueo de la señal y encontré algo aun mas desconcertante que la señal en si. Variaba. Era una y otra, todas de distancias y localizaciones similares, pero no se mantenía fija. No podía creer que la señal llegara de un lugar con tales caóticos movimientos que pudieran desplazar de esa manera su origen. Quizás, pensé, sea una especie de residuo que permanece en algún gas o otras materias no visibles como la extraña figura que me provoco el daño en los ojos. Mantuve mis conclusiones en secreto, Emme volvió a interrumpir el silencio:

-Esa transmisión viene de…del Sistema Solar. No puede ser verdad. ¡Parece el franqueo de la Tierra!

-¡¿Qué Tierra?! -. Art sobresaltado preguntó mirando a Emme.

-Nuestro planeta origen, La Tierra. Mira esos números. No están fijos, ¿vale?. Pero si los seis primeros. Cero, Seis, Cero, Nueve, Cero, Siete…Es como, si hubiese sido enviada desde muchos puntos de nuestro planeta Tierra, solo que, la Tierra fue destruida, ¿No?

-Aquí-. Dijo Art. -No llegaría señal alguna desde la Tierra-. Y yo hubiera corroborado esa idea, pero también era cierto, que según su franqueo, la señal venia de nuestro primer planeta.

-Voy a registrar la señal-. Apretando un botón que solo Emme conocía, para grabarla en memoria.

-Son solo ruidos-. Les comentaba cuando una voz salio de la señal.

…”Aun estamos vivos. Quedan mas días de provisiones que días quedan para que llegue el meteoro. “Apocalipsis”, le llaman algunos. Hemos escuchado la locución, el mensaje que se repite en cada sala pública del recinto, y…por aquí nadie ha perdido la calma por ahora. Aun así, nadie responde a nuestra llamada”.

La voz surgida de la señal que encontramos disipaba nuestras dudas. “Recintos de protección”, había decenas de ellos para los que no pudieran embarcar en un principio. Después de la colisión no se ha vuelto ha establecer comunicaciones con ninguno:

“¿Hola? ¿Me oís?, y si podéis oírme, ¿Volveréis a por nosotros? o, ¿es así como acabará nuestra existencia? En fin. Aquí hay mucha gente; hombres, mujeres, personas mayores e incluso niños. Todos ellos están bien, pero seguramente este lugar no aguante el impacto. Yo confiaba….

¡Maldición! He confiado en vosotros, vine aquí con los míos pero… ¿¡Qué demonios pasa!?

¿¡Vais a dejar que muramos aquí como perros!?”

Pese a que la voz se repetía en un eco arrítmico que confundía algunas palabras ya que la calidad de la trasmisión era pobre. Se escuchaba un murmullo de fondo mientras aquel hombre hablaba con quien pudiera estar escuchándole. Aquello hizo que dejara de hablar solo unos segundos. El murmullo aumentó, se hizo griterío. Entonces la voz volvió a escucharse:

Está llegando ahora. Se le puede ver en el cielo. Voy a cortar la transmisión…”

Emme estaba mirando a Art, ambos con la expresión en sus caras de no creerse lo que acaban de escuchar. La voz del emisor dejo de oírse durante minutos.

Para cortar el silencio me vi obligado a preguntar en un tono disimuladamente elevado:

-¿Dónde estamos?

-Buena pregunta-. Me respondió Emme. Me hizo un gesto con la mano, indicándome que le cediera de nuevo el asiento, así que le deje hacer sus funciones de piloto.

Se puso ha revisar las cartas de navegación, planisferios y otros instrumentos de orientación integrados en la nave. Parecía volcado en la localización y obraba con bastante soltura. Art y yo le mirábamos, yo esperanzado información y Art…bueno, el parecía mas distante.

-Voy a necesitar algo de tiempo para esto. Todo seria mucho más sencillo si tuviéramos ya esa ruta. Por cierto, ¿encontraste los códigos? -. Me pregunto Emme.

-No-. Le respondí -Lo que me recuerda que debo hacerte una pregunta, piloto.

Si no recibiéramos esa ruta ¿Podrías sacarnos de aquí?

-Seria complicado, pero no imposible. Creo que podría pilotar por periodos y están las capsulas de criogenizado, para vosotros. Yo creo que podría llevarla a…¿Cómo se llamaba el destino?

-Yo la pilotaría, si fuese necesario-. Art interrumpió la conversación, afirmando con severidad. -La cuestión seria. ¿A dónde vamos?

-No puedo deciros a donde. Lo haría solo si fuese absolutamente necesario. Volveré a buscar esos códigos y si no los encuentro, usaremos la señal de emergencia mientras quede energía en el suministro. Mantened el impulso de inercia en la línea trazada por nuestro vehiculo-. Antes de que terminara de pronunciar esas palabras ya había empezado a notar una vibración de la cabina en la que nos hallábamos. Conforme deje de hablar la vibración era evidente. Una sacudida turbulenta sobre la que Emme aportó más datos:

-Atravesamos una densa mancha gaseosa. Tiene unas cuantas veces el tamaño de la nave. Es enorme y muy compacta, tanto que hace vibrar el casco frontal de la nave.

No se podía percibir tal cosa desde el ventanal que daba al espacio, todo parecía en calma. Pero de pronto la cabina de pilotos quedo a oscuras. Todos los instrumentos de navegación y paneles se apagaron mientras el temblor de las paredes de la nave se hacia mas violento. Recuerdo que con la vista fija en el exterior volvió a reaparecer aquella extraña forma flotante en el espacio. Sentí un calor exagerado en mi cuello y como mis piernas perdían fuerza arrojándome lentamente al suelo…

El detalle: Sobre las “World Series” de béisbol estadounidense

Y para mañana ¿que pensáis hacer? Si queréis doblarlo, apostad por los Mets.
¿Crees que van a poder con Martínez?
Las series tienen que durar siete partidos. ¿Sabes cuanto dinero gira solo en derechos televisivos en Nueva York y en Los Ángeles? ¿Cuándo fue la última vez que no se jugaron a siete partidos? ¿Y los ingresos que genera la publicidad? ¿Cómo van a pagar las primas? Las series dan vida a la ciudad entera, en Nueva York no hay un maldito empleo. Es imposible que las series terminen mañana, hay demasiados beneficios en juego. ¿Os aconseje mal ayer? ¡¿Eh?! Apostad lo que habéis ganado por los Mets ¿Qué contestáis?
Yo acepto.


Bad Lieutenant (El teniente corrupto) Min 23:10

Rescate literario: Jose Alberto Morales "Weah"


De la mágica quinta del 80, Alberto Morales, conocido como “weah” (sobretodo en su etapa más decadente) por el futbolista George Weah a quien se parecía jugando.
Ávido lector, amante de los juegos de mesa y de la música, gran conversador, también un poeta y escritor ocasional. Tristemente, como a tantos otros, la drogas han marcado un antes y un después en su vida. Ahora, aunque hace 3 años que se encuentra rehabilitado, sufre de algunos trastornos psicológicos por los que está siendo tratado.

Se puede afirmar que su “locura” tan peculiar, está ligada a algún tipo de genialidad o talento en su carácter y que por diversas razones rara vez puede manifestar. Concientes de su juventud y del brillante intelecto que posee todos los que le conocemos esperamos que “normalice” pronto su situación y demuestre lo que verdaderamente vale.


Aqui les dejo dos textos escritos por el mismo, respetando su formato y ortografía original. Ambos poemas, el segundo dedicado a la médica que lo asiste:

(Sin título)

Restaurando lunas

de café y cenizas

¡la plata eres tú!

yo el oro, el diamante

¿tesoro muy descubierto?

-Dime Pirata: el Amor consuela

tu engaño…

para empezar a quererte tienes

que entender y destrozar en guerras.

Odiar un poco a la sociedad

es la única forma que hay para saber…

¡picotazo de aguijón y llanto!

rosa de pétalo y espina verde: Hoy y ayer.



ILUSIONES QUIMéRICAS DE UN CELOSO EQUIVOCADO


Yo lo sé todo; y aún así: no me equivoco.

porque te quiero tanto que te pido perdón;

ya sabes a que me refiero…

A salvar mi alma, al corazón que está en tu bosque

mi Venus gloriosa.

Tu mirar da vida:

¡Yo! ¡¡Ay!! Como un marqués de sangre dura,

que no sabe que hacerte: ¡¡te quiero!!

aunque te tengo miedo.

También siento ternura

por lo de esta noche con Santiago:

lo de a mediodía. ¡Ay! Que mañana contigo…

pero yo quiero que seas mía.

Porque te amo tanto

que no puede haber ira en mi campo;

amarte, quererte, gustarte es todo lo que

pretendo o culparme…

de ahora en adelante: tu cabellera será mi sol,

y tus dientes la sal de mi mar, y tus labios mi perdición:

porque en tu vientre/Semilla está mi espejo,

mi día y mi pan.

MARCELLA Cigars

Tras secar mi cara con la toalla, una conclusión flotó al verla limpia y afeitada en el espejo; todo está dispuesto: la maleta preparada, el peluquín y el artificio, el teléfono móvil, mi bolsa de mano, la cartera y el dinero.

Tomo las llaves de la mesita del recibidor. Ahora, seco, aseado y con la ropa a estrenar, nada puede enturbiar este aire de conquistador, más aun, de glória, de triunfo.

Miro el reloj, es hora de llamar a Gema y salir:

¿Gema?
Si
¿Qué tal todo?
Ya tengo los billetes ¿estas ya listo?
Todo está preparado, listos para tomar el avión.
Yo estoy aquí en el aeropuerto, te espero en la zona de fumadores.
Estupendo, salgo ya. Por cierto, cómprame tabaco, luego te lo pago.
¿Qué tabaco?
Camel
Vale
Un beso, ahora te veo.
Vale. Oye ¿Dónde has guardado a las niñas?
¿Qué?
La niñas, sino me quieres hablar ahora, tampoco pasa nada.
No es que… ¿Qué niñas?
Tonto…las piedras
Ahh…  ¡maldición!  Están…están aquí.
¿Dónde?
Oye, ahora te veo
Oye…
Un beso, no tardaré nada.

Los diamantes. No recuerdo donde los puse. No me lo creo, no puede ser, no tiene el menor sentido. No están bajo la cama ni bajo el colchón, en el forro del sofá tampoco, ni tras las cortinas sobre la persiana, ni en los cajones de los muebles, ni en la cisterna. No quiero rajar los cojines, desharé la maleta. Todo volcado sobre la cama, sobre la moqueta y por el suelo. Los trajes, el neceser con todas las cosas esparcidas, los zapatos, sabanas, toallas, todo. Mirando en cada bolsillo, en cada manga, entre las costuras, bajo las solapas, entre revistas y libros y…no.

La mirada me busca sola por todas partes sin que haya ningún sitio más donde esconder los diamantes en esta habitación, de este hotel de mierda. Busco y doy con el espejo, que ha dado al traste con mis aires de naturalidad, de relajado, de triunfador. Me veo obligado a quitarme la camisa y encender el aire acondicionado. Piensa, piensa…

Tras la ventana el sol se va, se irá en pocos minutos. Menos mal que es un vuelo nocturno. ¿Como puede ser? Esto es absurdo. Necesito algo frío…¡Claro! En la nevera.

Abro la nevera convencido de que todos mis problemas se solucionarán, pero no.

Solo daba para saciar mi sed con una última cerveza fría. Pero oye…¡Claro! En el aire acondicionado…Esta sonando el teléfono. Es gema, sobre su nombre aparece también la hora. Las 19 y…¡Las Siete y media!

¿Gema?
¿Qué estas haciendo?
Que…un improvisto
¿Ha pasado algo o que?
Si. Que se ha roto la habitación y…
¿Qué las has perdido?
¿Te lo puedes creer?
Lo sabía, es que lo sabía. No se te puede dejar solo.
Todo se ha jodido. No las encuentro.
 Bueno ¿Qué vas a hacer?
¿Cuánto queda para que salga el avión?
Una hora y cuarenta, más o menos. Tienes que venir ya.
Pero…
Yo no me voy a quedar aquí.
¿Qué vas a coger el avión sin mi?
¡No espera! Todo al traste por tu mala cabeza.
¡Que no! Osea, quédate conmigo que ya aparecerán.
¡Si vamos! Vente tú conmigo. Date prisa, todavía tienes una hora.
Pero, espera. Escúchame…Gema…¿Gema?....Eh

Una hora. Es culpa mía. ¿Cómo se le ocurrió confiar en mí? Pero si lo sabe. Joder, tiene que saberlo. Cualquiera que me conozca sabe que mi memoria es un coladero con desagüe a nunca jamás. Si al menos no hubiese inspeccionado la habitación para esconderlos, no tendría que seguir el rastro de mis propios recuerdos, probando en cada posible escondite. ¡Ah si! En el aire acondicionado.

Ya casi esta desmontado al completo, si, recuerdo haberlo inspeccionado antes. Solo faltaría que ahora…

“Toc toc”

¿Quien es?
El conserje.
¿El conserje? ¿Y que quiere? ¿No ve que estoy ocupado?
Perdone, con la puerta cerrada no sabía…
¿Que? ¡¿Que?!
Como nos dijo que se iba hoy, solo queríamos saber si todo fue de su agrado.
No...Si, quiero decir si. Eh…oiga ¿No tendrían por casualidad un juego de destornilladores?
¿Destornilladores?
Si, si puede subírmelos le daré una buena propina.
Claro, veré lo que puedo hacer ¿Es que hay algún problema?
Ningún problema, si puede encontrarlos.
Voy a ver

El teléfono, otra vez Gema.

Gema, creo que los he encontrado.
Ya no queda tiempo. Tienes que venir ya.
¿Como voy a dejar aquí los dia... a las niñas? No puedo abandonarlas.
¿Eso es lo importante? ¿Es todo lo que te interesa?
No empecemos ¿Quieres? Ya casi los tengo.
No, no los tienes. ¿Vas a venir o no?
¿Solo? Quiero decir ¿Sin ellos?
Al cuerno las piedras, pensaba que yo te importaba más.
Eso, tu ayúdame a ganar tiempo
Pero si es lo único que hago. Por favor, ¿quieres venir de una vez?
Claro que quiero ir, pero cuando los tenga.
Ya no hay tiempo ¿Es que no has visto la hora que es?
Si...La hora. Oye te veo ahora, tengo que seguir buscando.
Espera...

Cuelgo. Llama de nuevo pero también cuelgo. La habitación està patas arriba. Todo revuelto y mezclado. Los cuadros y adornos desplazados, la ropa revuelta y por el suelo, la moqueta levantada, la cama deshecha, piezas del aire acondicionado por aquí y por allá. Al aire solo le queda un panel por extraer, ya lo hice antes, estoy seguro.

“Toc Toc Toc”

He conseguido los destornilladores.
¡Que rápido! Bien, le abro.

Sorpresa. Es lo que muestra su expresión atónita, con un estuche de destornilladores de precisión en la mano.

Oiga ¿Que ha pasado aquí?
Luego se lo explico, ahora no puedo. Muchas gracias

Intenta recoger lo que puede a su paso. Le empujo de nuevo hasta la puerta, no quiero que vea nada más.

Pero oiga ¿Y la propina?
Ah si, como no. Tenga
Pero oiga, esto es mucho dinero.
Si si, de verdad, luego hablamos.

Cierro la puerta, pero su voz suena desde fuera.

Las llaves, no olvide entregarlas por favor.

Las llaves. ¿Qué llaves? Miro en mi bolsillo y aquí están. Pero ¿De que son estas llaves? No son las de la habitación, la tarjeta que me dieron está en mi cartera. Ni las de mi coche, ni…Un momento. Lo había olvidado. Son las llaves de su ordenador. Mañana es su cumpleaños, no quería que viera la reserva, el bungalow…¡Claro! ¡Ya esta! ¡La reserva!

¡Los cigarros de Marsella!

Miro en la basura, en el interior del cubo. Debajo de la lata de cerveza hay restos de los puros destrozados. Los saqué y los tire para usar la caja como escondite para los diamantes. Pero…¿Y la caja? Un momento, el teléfono…

Gema ya está. Se donde están.
Me alegro por ti.
Pareces triste, ¿no lo entiendes? Los he encontrado.
No, no los has encontrado porque los tengo yo. Siempre los he tenido yo. Tú me diste la caja de los cigarros y yo la guardé.
Pero ¿Por qué no me lo habías dicho desde el principio?
Por que quería saber la verdad.
¿La verdad? ¿Qué verdad?
Si serias capaz de dejarme ir sola, si te olvidarías de mi solo por los diamantes. Ahora lo se. Ellos son lo único que te importa.
Oh venga, aun tengo tiempo de sobra para reunirme contigo.
¿De sobra? ¿Tú has mirado por casualidad la hora que es?
No, ¿Qué hora es?
Son las nueve.
No…
Si, el avión sale en diez minutos. Y ya te lo dije, no me voy a quedar aquí.
Pero espera, espera por favor. Todo eso no importa, cogeremos otro avión. Ya los tenemos, podemos irnos cuando queramos…
No. Ya te dije que no me quedaría. Y tú en todo el tiempo que te he esperado en el aeropuerto no has sido capaz de darme una excusa por la que quedarme, solo los diamantes. Pero estabas tan ciego pensando en ellos, como para olvidar que me los habías dado tu mismo.
Esta bien, esta bien. Todo esto tiene que ser una broma. Vamos Gema, ¿es que vas a abandonarme aquí sin más?
Sin más no. Te he llamado. Te dije que vinieras. Pero tu solo querías encontrar tus puñeteros diamantes…
Gema por favor. Todo esto no tiene sentido. Tú y yo nos queremos, no puedes hacerme esta soberana putada.
Me están llamando. Vamos a embarcar. Que tengas suerte…
¿Gema? No, no, no, no, no, nonono. ¿Gema? ¿Gema me escuchas?

No, no me escucha, ha colgado.

Cogí un taxi hasta el aeropuerto, sin equipaje. Tardó solo nueve minutos en llegar gracias a mi insistencia. Pero cuando iba a pagarle recordé que todo mi dinero se lo di al conserje. Y mientras discutíamos sobre como lo íbamos a resolver, intentando no llamar la atención, vi su avión despegar.

Allí va, me dije. Rumbo a Marsella, con los diamantes, con mi corazón, con mi tabaco...

Quizás tenga razón después de todo. Si tanto dije quererla ¿Por qué le di los diamantes?


El detalle: Sobre Mike Tyson

Smiley...
Que se joda Mike Tyson, no vale una mierda. Una vez le dio un tirón a una mujer ahí mismo, en Lexington. Lo recuerdo bien.
¿Piensas decirle eso?
Claro que se lo voy a decir, que se joda.
¿A la cara?
A la cara, claro que si.

Do the right thing (Haz lo que debas) min 16:11

Superpoderes (Fragmento del relato "Mentes abiertas")


Estandares del protocolo  Explicaba uno de los agentes a su compañero Si no se respetan…mal, vamos, yo no quiero saber nada  Juntos la pareja de policías apartaban un pesado trozo de árbol que obstaculizaba el aterrizaje En mitad de este bosque, con noche cerrada, solo conseguiremos quedar en ridículo.

El conversador policía, debatía con su compañero sobre las últimas decisiones tomadas por el mando en la investigación, el inspector Convive. A lo lejos se escuchaba el batir de las hélices, solo quedaba abrir un poco los focos y estarían listos para recibirles.

Los agentes se retiran del centro al tiempo que la aeronave se posa sobre el claro. El inspector se acerca para recibirles. Tras haberse posado y apagado algunas luces del fuselaje, tres personas, ligeramente encorvadas salieron del helicóptero; los dos primeros en bajar, agentes uniformados y acreditados de la División Cristal, el tercero iba cubierto por unas extrañas protecciones, compuestas de distintos tejidos. Cuando se acercó a los agentes y pudieron verle observaron que llevaba gafas, de lentes rojizas, un gorro ajustado y sintético, parecido al de un nadador, y también guantes de algún material poroso. Era espigado, de piel pálida. Le conocían como Sonda, era el Teniente de la División Cristal. El inspector estaba impaciente por hablarle:

Sonda, es todo un orgullo y un placer que haya venido  Parecía sofocado

No hay tiempo que perder Inspector  Sonda denotaba algún defecto o anomalía en el habla  Cuénteme lo que usted sabe.

Si  A pesar de la brisa nocturna y de la agradable temperatura, Convive no dejaba de sudar Ya conoce la noticia del secuestrador a quien perseguimos y los dos jóvenes a los que raptó, supongo  Sonda asintió minimamente con la cabeza  Estábamos a punto de cogerle. Como no sabíamos quien era, ni aparecía en ningún registro, supuse que si nos echábamos sobre el y no le cogíamos, los jóvenes nunca aparecerían, así que decidí esperar que actuara primero. Le seguimos. Repartidos en dos vehículos no-oficiales, vimos que se dirigía al este del bosque  tomo aire profundamente  Y a cuatro kilómetros de donde los tenía secuestrados quisimos detenerle y...uno de los agentes disparó accidentalmente a las ruedas de nuestro coche, haciendo que ambos coches quedaran inmovilizados. Cuando llegamos al cobertizo encontramos a los chicos, les había matado. Dejó su vehículo y suponemos que tomo otro para huir atravesando el bosque.

Convive abandono el plano de la conversación y se orientó hacía donde debía estar el cobertizo, aunque en el punto más lejano de su vista solo podía contemplar oscuridad, frondosidad y maleza.

Ha tenido mala suerte Inspector  Sonda se había puesto a su lado, compartiendo su visión  Pero si huye hacía las carreteras será localizado y arrestado  Uno de los agentes que había oído la conversación, se acercó para intervenir  ¿A que espera para decírselo inspector?  Convive largó un par de movimientos con los brazos entre el enfado y la desesperación, cruzó miradas con su agente y finalmente colocó suavemente su mano en el hombro de Sonda, que quedaba ligeramente más alto que el suyo  Verá Teniente, ese es justamente por lo que les hemos llamado, no se ha informado de su fuga.

Sonda, en un movimiento prácticamente inscociente, se revuelve para mirar justo hacía el lado opuesto mostrando preocupación en su rostro. El inspector quiso explicarse:

La prensa sabía lo de los chicos, no quiero tener que darle el pésame a sus padres sin detener primero al culpable. Nosotros solos no podríamos atraparle, no es seguro que se dirija a las carreteras.

Sonda contemplaba, ahora más pausadamente, los distintos puntos de donde esperaba obtener más respuestas de las que daba el inspector. Si bien los agentes le imitaban ellos solo podían ver la más absoluta oscuridad. Sonda dio la orden a uno de los hombres uniformados que venían con el de que el piloto debía detener por completo los rotores del helicóptero y pidió a los presentes que prestaran silencio.

Pasados unos minutos en los que apenas podían escucharse los sonidos de los animales que poblaban el bosque entre el de sus aves nocturnas, Sonda, que había trazado una disparatada ruta entre la maleza, alejándose y separándose del claro donde los demás esperaban impacientes, creando una atmósfera de armoniosa intranquilidad. El silencio acordado solo fue roto por Convive, que había perdido de vista a Sonda más haya de la primera línea de árboles junto al claro. No soportaba la presión, se sentía inútil ante sus compañeros policías. Levantó la voz y dijo:

Es increíble que hayan venido, pensé que mi cabeza rodaría esta misma noche, le debo mucho teniente.

 No me dé las gracias a mi Inspector. Solo estoy aquí cumpliendo órdenes, y en mi opinión, este tipo de actuaciones no dice nada a favor nuestro  Su voz resonaba en el bosque.

Con la boca abierta, Convive no supo contestar, la voz de Sonda surgió al tiempo que su figura, caminando hacía el Inspector. Traía de vuelta con el, manchas de tierra en las manos y las rodillas.

 ¿Cuánto tiempo hace que huyó el secuestrador?

 Una hora y cuarenta, cerca de dos horas Convive miró su reloj digital de muñeca.

Sonda busco recto los ojos del Inspector, topando solo con sus lentes rojas. Mientras escrutaba su rostro oscurecido con su enjuiciosa mirada, hacía raros pero sutiles movimientos con su mandíbula, como si mascara chicle.

 Hay un tercero  parecía dilucidar así sus resueltas conclusiones  Estaba en lo cierto en cuanto al nuevo vehículo, lleva una moto preparada para manejarse en el bosque, con neumáticos de motocross, enduro o algo así. Le importaría acompañarme  Sonda hizo un gesto para que Convive le siguiera, este tomó primero la linterna de uno de sus agentes.

Caminaron durante minutos hasta llegar a unos matorrales que había entre las raíces de un árbol viejo y enorme. El inspector apuntó instintivamente con la linterna, buscando el rostro de Sonda, pero este impidió que le llegara a enfocar su cara arrebatándole la linterna justo a tiempo  Permítame Inspector  Agregó a sus rápidas acciones.

 ¿Eso es sangre?

 Lo es  cambio el enfoque de la luz para apuntar, ahora con el haz, pequeñas incisiones en la corteza del árbol junto al que se encontraban.

 ¿Un disparo de escopeta?  El inspector estaba parecía desconcertado

 Dos… Huyendo se topó con alguien  Hablaba ahora con una anomalía menos acentuada, más despacio  y se detuvo a dispararle aunque no lo mató, tampoco pudo dejarlo aquí…un poli  dijo ya casi murmurando  La respuesta amigo, está en el aire.

Tratando de descifrar las palabras de Sonda, Convive escuchó un sonido agudo, un silbido que provenía de unos auriculares situados en los oídos, bajo el gorro que llevaba Sonda. Con un moderno y discreto control situado en la muñeca izquierda, este alteraba la recepción del sonido.

 Un agente de carreteras reportó hace cuarenta minutos haber escuchado disparos en el interior del bosque, no han vuelto a saber de el. Han solicitado refuerzos para localizarle, pronto llegarán hasta nuestra posición.

De carreteras  Mascullaba Convive.

Sonda se había agachado para recoger un arma reglamentaría de policía, prácticamente camuflada por la tierra y las plantas, hasta ese momento inadvertida  Se lo llevó  Soltó lo que pareció un resoplo dando forma a una irónica risa  No quería que se supiera que se les había escapado, pero pronto alguien lo relacionará todo con su persona como principal recurso para generar respuestas  Hizo una breve pausa  Ahora además ha conseguido un rehén, un policía.

Convive parecía a punto de estallar, el sudor le caía a chorros desde su frente a su abultado bigote, parecía desear ser tragado por la tierra en ese preciso momento.

Se dirige a Vogan´s Creek  Las palabras de Sonda le sacaron de la inopia de sus marañosos pensamientos  Les lleva ventaja, necesitarán ayuda para atraparle. Su moto esta preparada para llevar el cuerpo de un hombre adulto. Aun tengo dudas de cómo pudo reducir a un policía con tanta facilidad, pero huelo algún tipo de compuesto químico que usaría probablemente para dejarle inconsciente.

Podemos interceptarle ante que llegue a Vogan´s Creek, podríamos usar el

Helicóptero…  Suponía Convive en voz alta.

No Inspector, eso no servirá de mucho. No sería lo más efectivo. Si quiere salvar su reputación busque en el cobertizo, la identidad del secuestrador podría estar allí. Ahora debe confiar en sus compañeros del cuerpo e informarles inmediatamente. Por cierto, no creo que sea necesario comentar tan corta colaboración, puede añadir mis aportaciones a su lista de averiguaciones.

Por favor Teniente le llevaremos al cobertizo, con usted… Insistía el Inspector.

Estan a punto de informarme de que debemos regresar. Espero haberle ayudado Inspector Convive  Se giró para ver como llegaba uno de los hombres de la División Cristal, antes que este estuviera lo bastante cerca para iniciar la conversación, Sonda alzó la mano para que se detuviera y caminó hacia el. Al verle todos comprendieron lo que pretendía. Su subordinado camino de vuelta al helicóptero con Sonda siguiéndole. Convive metió la mano en el bolsillo de su cazadora y buscó un teléfono móvil mientras entre dientes mascullaba malhumorado:

“Superpoderes”

De aquella manera....

Estoy llegando a casa, estoy borracho, camino erróneo.

Nadie me espera, mañana el trabajo pero nadie me espera.

No cuenten conmigo, estoy en casa, estoy borracho, no cuenten conmigo

Mañana trabajo, no estoy enfermo, estoy dormido.

Háblame de mujeres por el camino erróneo, que estoy borracho.

Mañana trabajo, no estoy en casa, no cuenten conmigo.

Estoy enfermo, estoy dormido que nadie me espera.

Llegando a casa, camino erróneo, no estoy dormido.

Mañana trabajo, camino espera, nadie conmigo.

No estoy en casa, borracho erróneo, llegando dormido

El tesoro de Cerebro

Está solo en el pequeño planeta constituído por sus recuerdos, bajo el manto de estrellas que iluminan la oscuridad del olvido. Tranquilo y relajado.

Cada vez que lo visita trae consigo su caja, en la que guarda a su amigo favorito. Su amigo se llama Cerebro. También ha traído una pequeña mesita y una silla con tres patas de madera donde poder meditar. Cuando sopla el viento, todo el humo negro de los malos recuerdos se va disipando lentamente hasta alcanzar las estrellas, hasta donde su gran ojo ya no lo puede ver, confundiéndolo con el negror del espacio. Es en ese momento cuando abre su caja y pone a su amigo sobre la mesa. Ahora está seguro de que el humo negro ya no puede hacerle daño porque el viento se lo ha llevado muy, muy lejos.

Una vez pasado el peligro, sólo cabe esperar que Cerebro se abra y le cuente lo mejor que hay en él y que ha guardado durante tantos años. En el silencioso planeta de su memoria, Cerebro comienza a respirar tranquilo y cada contracción expele luego una densa bocanada de humo blanco, en la que flotan los más maravillosos recuerdos, que traen a su inseparable amigo la visión alegre y reconfortante de los buenos momentos pasados. En ellos aparecen más amigos y amigas que ya no están. Hace tiempo que el viento se los llevó también. Ahora sólo existen donde siempre quisieron estar, flotando en el humo blanco, donde nacen los buenos recuerdos.

En el momento perfecto, el humo blanco que Cerebro ha ido soplando le rodea, está por todas partes. Ya no se ven ni su mesa ni su silla, ni el planeta ni las estrellas. Todo a su alrededor es un denso humo cargado con los mejores y más valiosos recuerdos que le hacen sentir vivo y satisfecho de lo vivido. Pero desde la distancia el Tiempo ha empezado a enfadarse porque todo esta muy quieto, y la quietud se ha llevado todo el viento para salvarlo antes de que salga de nuevo el sol. Cerebro empieza de nuevo a respirar, esta vez hacia dentro. El humo que no quiere guardar va perdiendo color, se va oscureciendo. La luz comienza a bañar el cielo y a apagar las estrellas una a una. Es el momento de ponerle de nuevo en su caja y recoger lo que Cerebro ha guardado.

Pronto el sol estará arriba, en lo más alto, y el planeta quedará vacío hasta que vuelvan a visitarle.

Quizás ya no será el mismo, se moverá si las estrellas lo desean. Pero si es perdido, cuando vuelva y lo encuentre, será más feliz porque sabrá que ni el tiempo, ni el olvido, ni la distancia le han separado de aquello que tan celosamente ha confiado a su mejor amigo. Y más brillante y claro será el humo, y más valioso será el tesoro de sus recuerdos.


*Metasurrealismo?

Un fuerte aplauso para despedir a nuestro último concursante


Entre el estruendo causado por el clamor de los presentes:

- !Hola de nuevo glorias del sub-mundo! - El rugir del publico alcanzó su pleno apogeo cuando la voz sonó de nuevo por los altavoces - Criminales y delincuentes, putas y drogadictos, ladrones y marginales, vividores, alcohólicos y pendencieros os felicito. Si no forman parte del grupo de los cuatro británicos que la emprendieron con la imagen de nuestra patrona, La Señora de la Mutilación, y que ahora se encuentran hospitalizados gracias a la colaboración de nuestro equipo de seguridad. Si no son tampoco el pobre desgraciado que intento intimar con una de nuestras camareras y que, por razones que no logro entender, proyectó después su cara contra las paredes del aseo de caballeros para finalmente morir con la cabeza metida en el retrete, estáis de enhorabuena. Por que todos vosotros vais a presenciar el que será sin duda ¡El evento de la noche!

Hizo una pausa y tragó saliva antes de continuar. El Griterío se hizo murmullo, la multitud estaba expectante, salvo algunos que continuaban enredando, ya extenuados.

-! Es la hora de la saaaaangre! Hoy, esta noche, dos de los convictos más peligrosos e indeseables, cortesía de la penitenciaria de Mont Mérogis, se la van a jugar para todos vosotros. Arriesgarán su vida, con el consuelo de que uno de los dos saldrá, además de vivo y victorioso, lo que es todo un logro, ¡con el indulto en la mano y los bolsillos cosidos de pasta!- En la pantalla, sobre los espectadores, la imagen mostraba decenas de billetes cayendo hacia ningun lugar mientras en el fondo no dejaba de llover sangre. El público estallo en vítores y aplausos - Pero antes de que la sangre llame a nuestra puerta, antes de que todos empecemos a volvernos locos por el vulgar liquido rojo, es el momento de agradecer a nuestros colaboradores el patrocinio que nos han brindado. En especial al canal de violencia infantil de máxima audiencia, ocho igual igual igual igual Dé. Van a necesitar papel para resolverlo - Se retiró por unos segundos el micrófono de la boca para poder reír a gusto - Que dentro de unos meses emitirá este espectáculo en directo los días festivos. También, y ahora me pongo muy muy serio, agradecer su colaboración al grupo de rap latino “Sangre en el piso” que recientemente perdió a uno de sus miembros en una masacre casual acontecida en las inmediaciones del mercado local de narcóticos. Que hoy nos presenta su nuevo disco “Hit ya wife in da´ teeth” Pueden adquirirlo ya por unos cuantos pavos, o quien sabe, “quizás cambiarlo por un poco de sexo, si eres una zorra a quien la droga no ha demacrado en exceso”*. No quiero olvidar tampoco a los promotores de esta competición, a quien debemos el honor de poder celebrar hoy este espectáculo. Sangre, armas y petróleo, el “S.A.P” a quienes deseamos el mejor de los futuros como multinacional. Ahora si - Se detuvo entre los aplausos para apretar su discreto auricular contra el oído - Dejémonos de hacer de buen cristiano y pasemos ya a presentar a nuestros decididos concursantes.

Las luces que iluminaban la plataforma se apagaron. El público, como era tradición, guardó silencio.

Después que pudiera escucharse una corta melodía macabra tocada sobre un organillo electrónico, la luz volvió. Esta vez solo tres focos iluminaban la plataforma. Uno hacia el presentador, situado en el centro, y los otros dos a cada lado de este. El del presentador color blanco, a su derecha otro de color verde, a su izquierda otro de color rojo. Bañados por la luz de los focos de color, en cada lado, habían aparecido grotescas figuras. Eran los concursantes.

El público recobró el suspiro y dio paso a la diversidad de opiniones y mensajes. Antes de que el jaleo fuese de nuevo intenso, el presentador prosiguió:

- ¿! Qué os había dicho ¡?! Es la hora de la saaaaangre! - Tomo aire con profundidad - ¡Ya están aquí! ¡Aquí están nuestros campeones! … En el lado verde tenemos al gordo. Con ciento veintitrés kilos de peso, con su imponente uno noventaidós de altura. Con un historial delictivo que roza la perfección; tres dobles-muertes, cuarenta cargos por agresión, conocido simpatizante de la ultra sangre, violaciones, asaltos y robos. Todo un mito entre los jóvenes estudiantes de la calle. ¡Aquí tenemos al gran, al fuerte, al muro! ¡Leopoldo “Gordo sangriento” Caaaaarpa!

El publico que había comenzado a abuchear y gritar frases fáciles y cortas que auguraban a Carpa el peor de los finales. Con la mano derecha en el auricular y la izquierda sosteniendo el micrófono, mientras sus rodillas se balanceaban de derecha a izquierda emulando algún baile con el que jugaba con los nervios de los contrincantes, continuó:

-!Y ahora! ¡En el lado rojo! - El irrespetable rompió en elogios y vítores de la más baja etnia. En su traje elegante negro pero horriblemente matizado con líneas de rojo pasión que lo cruzaban de arriba abajo y una sonrisita dibujada en el rostro, el presentador dio unos pasos hacia el publico - ¡Aquí esta! ¡El flaco, el palillo, la yanta humana! Con su discreto metro cincuentaitrés, con sus inapreciables cuarenta y nueve kilos. Este desnutrido es pura maldad. Escuchen esto; ¡Seis triple-muertes! Pedófilo, necrófago, coprófago y zoofílico. Este animal parricida le cortó la cabeza a su abuela y se hizo una mochila con su hermana. ¡Conocido en la cárcel como “Rey escoria”! ¡Alarico Zacarías “boooooooomba”!

Se secó el sudor con la mano mientras miraba impactado las aberrantes figuras de ambos participantes - ¡Todo esta preparado! Solo falta claro, el ¡Arma de la semana! ¿Sino como iba a poder ganar Zacarías? En pantalla tenemos a nuestra “Puta de oro”, vamos puta, haz que se mueva la rueda. Que gire ya ¡la ruleta de la muerte!

Todos los ojos clavados en la pantalla, siguiendo con la mirada el movimiento de la ruleta. El sonido de sus engranajes en los altavoces. Todos mirando menos el presentador:

- Haber que sucede…¿será el puño americano o el trinchador? ¿Destornillador o el será revolver? ¿Quizás la siempre útil motosierra...? - El publico se fundió en un gran “Oooooohhhh” cuando finalmente se detuvo. Al girarse arrimo el micrófono de nuevo a su boca y reveló el resultado - ¡La catana oxidada! Bueno, parece que se le complican las cosas a Zacarías. Bien que así sea. Puta, tráele a esta insustancial demente su regalito.

Salió desde unas cortinas causando gran expectación, contoneando su hermoso trasero y sosteniendo la catana en sus manos de modo ceremonial.

Cuando se aproximaba a la estructura que concentraba la esencia del show, vestida con un bañador color dorado en cuya parte posterior se podía leer “See IS Fuck” Una botella lanzada desde las primeras filas en las que algunos energúmenos peleaban, impactó en la cabeza de la mujer que cayo fatalmente herida, clavándose además, la catana en su muslo izquierdo. El público reía salvajemente. El narrador del evento con una mano tapaba el micrófono al tiempo que se lo llevaba a la frente agachando su cabeza suspirando su decepción por el deterioro en el programa.

-Aah…Hombre precavido vale por dos ¡Que pase nuestra puta suplente!

Entre los espectadores, empujada por los miembros de seguridad del recinto, apareció una adolescente vestida como la mujer anterior pero esta última llevaba la cabeza rapada. En su cara el pánico tras saber que “Puta de oro” había fallecido.

-Aquí la tienen. Al parecer la catana oxidada estaba bien afilada ¿eh? - La chica subió entre las carcajadas de los presentes a la plataforma y le entrego la catana a quien sermonaba el espectáculo. Este a su vez se la arrojó a Zacarías - ¡Que de comienzo la sangre!

En ese preciso instante el televisor se estropeó. Curney miró a su hermano con quien compartía el sofá. Luego se levantó y comenzó a darle golpecitos que acabaron en porrazos con un objeto contundente. Al televisor le estalló la pantalla tras un mal golpe a lo que la pequeña Curney solo supo decir: Mierda


Sirva de critica a la sociedad capitalizada.
*Rima del grupo

Recuerdo a Moderado

Por nada en especial pero sintiéndome nostálgico, lanzo la vista atrás y recuerdo a Moderado. Personaje junto al que me siento Primera Dama. De el mucho se ha comentado y poco se sabe. Escribí 13 números, este concretamente es la 13º. Lo único a tener en cuenta es que precisamente lo que hacía grande estas historias era lo irrelevante en ellas de cumplir con cualquier tipo de protocolo literario.


Moderado Sonrisas 13º

“No hay necesidad de consenso, todos sabemos sumar”

Ya allí, el neceser de la presidenta mostraba carencias. Encuentros misteriosos y cubiertos de serrín, que de poco servirían sintiendo en vano.

− ¿De que me hablas, si tu no sabes escribir?

−Repetimos el ejercicio, mentimos a diario, gastamos más de lo necesario, invocamos al cáncer y las ETS. Si ya tenemos suficiente, ¿para que seguir sumando?

Pagar por plagas, aunque pudiera resultar de incordio, resultaba ya bastante. El ser humano come y caga, vive y viaja, roba y reza, gasta y grita, cuesta y calma, limpia y liga, quema y queda, llora y llama, burla y busca, retoma y rompe, cuestiona y cree, salta y sangra, saluda y suda.

Si ninguno de estos argumentos era lo bastante aparatoso. Si Moderado resultó impávido, si parecer era dar su opinión, parietal parte del cerebro, si nicho cavidad, si ampulosidad exceso de artificio, si so, tal y cual. ¿Para que fuera a necesitar otra consulta?

−No amigo a merced no. Siembre cuanto pueda recoger, piense o ignore mis palabras. Pero a merced no, por principios, por comienzos, por empiezas, por arranques, por esto y oír más sin que mis palabras pesen mas que el aire, o se las lleve el viento. No habrá más movimiento.

En la nueva corriente, inspirada en la anterior, extracto de una más antigua, rememoro de la más clásica, basada en la primera. Ahora es que todo nos resulta ya curtido. Yo escribo y la literatura o novela contemporánea no es que me inspira. Sigues las reglas que designan el camino y los caminos que designan las reglas. Tú haces lo necesario y por eso yo te admiro, te adoro. Pero a la vez, me lo haces cuestionar todo. Poesía; historia que no termina, cuento que no se narra, sensación que no se transmite. Imprecisa, desenfocada.

¿Otros saben cuanto vale?, me parece estupendo.